sábado, 21 de enero de 2017

La palabra

La palabra
Integrado de una manera singular tal que, de estos otros, soy más intensamente unos que otros, soy especialmente humano; y esta humanidad que soy, es concebida en la interacción producida con la palabra.
La palabra es lo primero que pusimos entre nosotros; es la primera cosa con la cual fundamos todas las cosas; y creamos la Humanidad y el Universo. No hay existencia sin palabra.
Todo mi ser fluye en cada palabra. La palabra soy yo, puesto fuera de mí e integrado por vos.
La palabra somos nosotros, puestos entre nosotros e integrados por nosotros.
Al hablarnos nos integramos. El comunicarnos algo es hacer ese algo común; ese algo puesto entre nosotros deja de ser sensación individual para ser objeto, común.
Sin palabra no hay comunidad. Sin palabra no hay pensamiento. Sin palabra no hay humanidad.
Para comprender en su plenitud el hecho del lenguaje, debe considerárselo en su totalidad: seres humanos compartiendo nuestras singularidades; yotros integrándonos.
Al hablar, construimos nuestros yotros. Creamos nuevas estructuras entre otro y yo, y nos reestructuramos. Con el mismo acto, nos integramos.
La creencia de que la palabra es la expresión del pensamiento, ha sido aceptada hasta ahora sin cuestionamiento alguno, y sin revisión. Es un axioma de costumbre.
Sin embargo, no solamente la palabra no es la expresión del pensamiento sino que el pensamiento es palabra: es la concepción humana por excelencia; es con la palabra como nos constituimos en humanos.
Antes de la palabra no hay objeto.
La palabra es más que la articulación de sonidos. Es, además, un conjunto estructurado en el que conjugamos lo que hemos objetivado como movimientos óseos, musculares, nerviosos, glandulares, humorales, etc., con la finalidad, el propósito, la intencionalidad. Todo nuestro ser está presente en la palabra. Aquellos aspectos que hemos concebido como físicos, biológicos, intelectuales y sociales, diferenciados así por la palabra, intervienen en la concepción de la palabra.
¿Qué otra cosa significan las palabras de Juan, en los primeros versículos de su libro en la Biblia: “En el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios.”?...

Al “Pienso… luego existo” de Descartes, ahora debemos completarlo con el “Hablamos… luego pienso… luego existo”. Porque no es que pienso y en consecuencia puedo hablar sino que hablo y entonces puedo pensar.

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